Desde que el género de la fantasía ganó fuerza en el mundo de la literatura, se ha vuelto uno de los géneros más leídos alrededor del mundo, ya que nos permite alejarnos de la realidad con los personajes, la magia y los mundos que nos ofrece. Sin embargo, no podemos negar que conforme el género ha crecido y se ha ido desarrollando, no es de extrañar que muchas veces encontremos elementos literarios repetidos en muchas historias de diferentes autores alrededor del mundo.
A estos los que llamamos clichés. Así que te presentamos los 7 clichés más comunes dentro de la literatura de fantasía.
1.- El mundo medieval:
Este es uno de los clichés más recurridos en casi todas las obras de fantasía, ya que el medievo europeo fue la época perfecta para fomentar el imaginario de criaturas mágicas como dragones, duendes, unicornios, centauros, etc. Por lo que se crearon toda una serie de historias alrededor de ellos. Sin embargo, el uso del ambiente y la temporalidad de la época medieval se ha vuelto un tema tan repetitivo en los escritores del género que pocas veces pueden ofrecer algo nuevo en el tema, y sus historias se vuelven predecibles y aburridas por los elementos limitados que implica usar esta época.
2.- El anciano sabio o guía del protagonista:
Un recurso muy utilizado en obras de fantasía como en El señor de los anillos y Harry Potter. El anciano sabio funge siempre como una guía para los personajes principales en sus aventuras, es fuente de inspiración y por lo general su carácter es pasivo, amable y, en ocasiones, un poco cómico, excepto cuando se narran escenas de pelea donde lo incluyen. Pero por lo general, también es un elemento ya muy desgastado puesto que requiere tanta atención como el protagonista a lo largo de una novela, llegando incluso a resaltar más que el personaje principal. Si tiene que haber un mentor que sea alguien con un físico totalmente diferente.
3.- El héroe y su interés amoroso:
El amor es uno de los elementos secundarios que suelen estar presentes en muchas historias de fantasía y que, por lo general, tiende a ser un obstáculo a los intereses del protagonista, o bien, se vuelve un catalizador que lo impulsa a seguir su aventura y triunfar sobre el antagonista en el momento clímax de la batalla final. Pero introducir el elemento romántico desvía muchas veces al autor de su objetivo principal en la novela y tiende a terminar casi siempre con el final feliz del protagonista y su pareja. Además las parejas suelen ser heterosexuales para cumplir con el capricho de que el héroe debe tener una familia y estos continuarán su legado.
Una historia de fantasía funciona por los elementos que te alejan de la realidad y las aventuras de los personajes, por lo que no es obligatorio poner un interés amoroso de por medio, esto no es novela de romance.
4.- Los obstáculos antes del enfrentamiento final:
Los enfrentamientos finales son, generalmente, el clímax cumbre de toda historia, ya que es el momento de resolver todos los conflictos abiertos y que se nos presentaron a lo largo de la historia. Aunque antes de que nos describan dicho suceso, parece que todos los villanos en la fantasía tienen la obsesión con idear complejos obstáculos en el camino del héroe, para debilitarlo y derrotarlo más fácilmente, sin embargo, es un plan completamente inútil ya que los malos terminan perdiendo pese a la clara diferencia de poder. Pero esta técnica solo justifica sumar páginas a un libro.
5.- Deus ex Machina:
Se denomina «Deus Ex Machina» a toda trama que se resuelve a través de un elemento, personaje o fuerza externa que no haya sido mencionado con anterioridad y nada tenga que ver con los personajes ni la lógica interna de la historia. Es tirar a la basura toda la construcción de tu mundo mágico solo para poder poner un punto y final a la novela.
Nada frustra más en la ficción que esa sensación de que el escritor ha tomado un atajo para solucionar uno de sus conflictos. Te sientes estafado. Por eso hemos de tener cuidado con lo de resolver una trama a través del «Deus Ex Machina», o correremos el riesgo de que el lector se sienta así.
6.- El héroe huérfano:
Al parecer, entre los escritores del género existe la regla no escrita de que un héroe debe estar huérfano, o nunca haber conocido a sus padres para que se desarrolle mucho mejor. Pero este ya es un argumento muy trillado puesto que sólo se usa como excusa para introducirnos más adelante la historia trágica del protagonista y dar una justificación del porqué debe emprender el viaje que cambiará su destino, o porqué debe enfrentar al antagonista, responsable de su orfandad.
Por suerte, muchos escritores ya introducen a un protagonista que tiene padres desde el comienzo de la historia, ya que eso nos ayuda a identificarnos con él, pues se nos presenta una rutina de vida normal, antes de introducirnos de lleno a la aventura.
7.- Dragones medievales y sus jinetes:
Este último cliché se relaciona mucho al mundo medieval del que ya hablamos, pero tenemos que tratarlo por separado ya que hablar de la fantasía suele también hablarse de dragones. Siempre nos los presentan como seres escamosos de más de 10 metros de largo, con dientes y garras más filosas y poderosas que una espada, y que además pueden volar y escupen fuego. Esta descripción es el estereotipo más conocido gracias a los relatos de la Europa medieval, pero está tan gastado que nuevamente corremos el riesgo de limitarnos a no ver más posibilidades de desarrollo en los dragones como personajes de una novela. Al parecer solo pueden desarrollarse o tener interés para el lector cuando vienen acompañados de humanos destinados a montarlos y controlarlos, humanos denominados “Jinetes de dragón”. Por lo tanto, los dragones quedan relegados a ser mascotas en una novela de fantasía o bien, solo bestias que buscan caos y destrucción.
Una forma de combatir este cliché es estudiando la figura del dragón en otras culturas, ya que son seres que han estado presentes en todo el mundo.
Ahora que conoces los clichés más usados en la literatura, tienes más herramientas para evitarlos y llevar a la literatura fantástica por nuevos horizontes y nuevas historias que sean frescas, originales y que impacten en la sociedad de una forma en que aún no se ha hecho.